Mi Pasión
Primeramente, quiero comenzar exponiendo la razón por la cual hago público estas crónicas. Sencillamente, considero que a la medida en que se derrama una mente o un corazón en letras, una mayor conciencia se puede alcanzar tanto para el autor como para los lectores. En ocasiones nos sentimos de una manera, actuamos de otra y esperamos algo totalmente diferente. Entender esto y qué impulsa cada una de estas cosas y cómo editarlas para el bienestar de todos, es donde la conciencia es incrementada o pasamos a un mayor despertar.
Con esto en mente, les contaré sobre mi pasión. Mi pasión es la ilustración; la capacidad de poder mostrar gráficamente de forma bella algún personaje, escena, concepto, historia o idea.
¿Cómo sé que es mi pasión?
Desde que estoy en la escuela primaria, cuando tenía unos 9 años tal vez, recuerdo la forma en como recibí mi primer alago por parte de la sociedad:
"Que bien dibujas, hazme uno a mi también."
Creo que desde ese entonces me he dedicado a dibujar porque me produce satisfacción hacerlo. Lo hago independientemente si recibó la aprobación o no de la sociedad. Aunque no niego que quisera que realmente más personas pudieran entender mi arte y lo apreciaran a tal modo que me pudiera dedicar mi vida de lleno a esto. Una vez consigas un trabajo en lo que te apasiona, realmente ya no es una carga trabajar, sino un placer.
En aquel entonces para los años '90, lo que estaba de moda luego de salir de la escuela, era ir corriendo hasta la TV para poner el programa de "Chevi" en unos de los canals locales. Este programa transmitía dos de mis series favoritas: Dragon Ball Z y Pokémon. Que bien se sentía pasar esa hora junto al TV sin interrupción. Y, precisamente de esto trataba mis dibujos, en especial de Pokémon. Creo que mi primer dibujo que salió a la luz pública (es decir, cuando mis compañeros de clases se percataron de uno de mis dibujo por primera vez), fue un Raichu. Fue dibujado con lápices de colores. Después de esto, solían pedirme dibujos basados en sus Pokémonfavoritos. Me llenaba de felicidad saber que era bueno en algo y que en parte hacía feliz a otras personas. Me sentí en parte aceptado por parte de un grupo.
Antes de todo esto, nunca pude sobresalir en algo; no era bueno en los deportes (de hecho era y soy sumamente incompetente en este campo), me hiba bien en mis calificaciones pero esto nunca me llamó la atención a tal grado como para dedicarme a estudios formales toda mi vida (amo aprender, pero más de una forma autodidacta) y tampoco tenía destrezas sociales sorprendentes (en realidad vivía con temor a que alguien me lastimara, pues fui testigo de muchas peleas en la escuela, me decían nombres de pila de forma despectiva, hacían chistes de doble sentido que no comprendía y para colmo se burlaban de cómo corría a la hora del recreo). Hasta el momento todo apuntaba a que mi vida tenía que dedicarse de forma pasiva y si es posible dentro de mi habitación, pues al parecer el mundo exterior no era para mi.
De esta manera, comencé a decicarme a la lectura, a la práctica de dibujar, a ver más series y jugar video juegos. Los video juegos son algo muy curioso, por un lado son criticados y por otro, muy alabados. Para mí, son cómo libros pero mucho más dinamicos, puedes contar alguna historia a través de ellos y aprender de las mismas; a la vez, puedes socializar al poder pasar dichas historias junto a otra persona. Me volví sumamente competente en los juegos de Pokémon y esto me permitió socializar más. Desarrollé un gusto profundo hacia las estrategias. Compartía estrategias y videos de mis batallas en las redes sociales. Mi grupo social fue creciendo gradualmente. Personalmente, los video juegos se volvieron una pieza importante en mi vida, y mi pasión de alguna manera tenía que estar ligado a esto y a las series animadas que igualmente contaban cosas. Así que, más tarde (mucho más tarde), decidí crear video juegos basados en mis comics para también poder narrar mis historias a la vez que ejecuto el don de la ilustración y la estrategia. Es como ver todo lo que te gusta en un solo lugar. Creo que es una forma en la que puedo ayudar a otras personas a desarrollar sus propios dones, a motivarlos a que no se rindan y que puedan desarrollar sueños únicos con el fin de que logren tener una satisfacción personal y contagien positivamente a otros. y sobre todo poder alentarlos a buscar las cosas que realmente importan en la vida como es el amor a Dios sobre todo, a sí mismos, a los demás y la naturaleza en donde vivimos.
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