"Los Zombies dan Nutrientes".
El sentido figurado del texto que lleva dicho título pasa a ser una locura sin la introducción y es que así como alimentamos nuestro cuerpo también alimentamos nuestra mente, alma y espíritu (nuestro ser).
Ahora bien, si para mantener una buena salud física abrimos el repertorio de opciones culinarias a la máxima potencia, buscando el balance entre el paladar y la ganancia nutricional, ¿en dónde dejamos la dinámica de los sabores invisibles que alimentan nuestro ser?
Existen muchas fuentes con la cual podemos satisfacer nuestras preguntas, nuestra fenomenología. Se nos enriquece la educación cotidiana e involuntaria que simplemente se aparece y se esfuma a diario cuando nuestro ojos son los testigos a la percepción por medio de las cosas que nos circunscriben. A veces nos fijamos en una sola moneda y para colmo en una sola cara, dejando esa debilidad en nosotros que nos hace incapaces a veces de armar el rompecabezas cuyas piezas están a centímetros de nuestro olfato.
Con relación a las fuentes de información aquí toca el tema de los "zombies", aquellos que han trascendido su físico y la Tierra como mortales, pero que han dejado muchos frutos deliciosos a través de sus experiencias, pensamientos, errores y victorias. Como zombies, tienen el poder de devorar y convertir en uno de ellos. No lo hacen con esa intención, simplemente pasa si duermes mientras caminas. Si adoptas todo, tu idiología, tu contínuo pensamiento y acciones se van sesgando hasta caer en el canal del zombie actuando y sintiendo como él. Por eso comemos frutos de zombies y no al zombie y esto con enzimas; aquellas referencias que enriquecen el juicio. Nos convertimos en alguien diferente y no en un clon que vaga de un lugar a otro buscando a quién devorar, a quién convencer tan insistentemente.
- @Hyperagua
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